viernes, marzo 30, 2007

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"Hermosísimo atardecer invernal en La Armedilla: ruinas invadidas por las zarzas, el pequeño bosquecillo, los muertos sepultados en el viejo templo, estas bóvedas en las que resonaron súplicas y esperanzas, algunas alimañas, y las ovejas atravesando la nave como monjes antiguos, camino del aprisco: todo ha pasado como el humo. ¿Desaparecerá el hombre y continuará este planeta con sus admirables atardeceres para contemplación de nadie?"
José Jiménez Lozano, Segundo abecedario, Anthropos.
Me incorporo a la conga. Me anima Ismael Rozalén -un abrazo-. No es el libro del que entresaco el pasaje transcrito el más cimero en la pila. Pero ni Oz, ni Auden, ni Pla (se escalonan así en este momento) tenían párrafos breves. En cambio, encuentro en Jiménez Lozano, cuyos diarios andan también por la mesa, esta breve y apañada reflexión para salir del trance. Y ya que estoy en danza, me desinhibo y llamo a voces desde la pista para que se nos agarren a la cintura -si tienen ganas, que esto del baile es muy personal- a Jardines Secretos, Obiter Dicta y Olissipo.

1 comentario:

Portarosa dijo...

Qué buena frase, la interrogación del final del párrafo.

Un abrazo.