viernes, julio 04, 2014

Postal desde Remior


Cualquier pulso que sostengas con el horizonte en esta playa, todo desafío de la mirada por abarcar y poseer, todo intento de fijar a los paseantes lejanos que caminan por la orilla como aves descarriadas que picoteasen el grano de un sembrado vastísimo, cualquier carrera con la que intentases acercar el final de la arena, todo esfuerzo, en fin, te dejaría exhausto, vencido, entregado a la soledad de quien gobierna sus días, señor aquí entonces del tiempo y del silencio acompasado a las olas.

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