miércoles, agosto 20, 2014

Los pequeños dioses

The Mohías' Church


Los pequeños dioses cuchichean como porteras.
Pesan las almas de sus semejantes con mezquindad de tendero avaro.
Roen su risa como musarañas.
Los pequeños dioses tienen su olimpo en las madrigueras.
Viven, al menos, de dos en dos, recordándose mutuamente que son deidades.
Pero si alguna vez se quedan solos y sin alabanzas,
caen de repente en la cuenta
de que en realidad no son dioses,
pero sí tan pequeños como infames.
El rencor entonces los pudre hasta la consunción
y se mueren con dolor como todos los humanos.
Tened, por tanto, presentes siempre estas palabras
si alguna vez os llaman “pequeños dioses” al oído.

Melanie Tsonga

jueves, agosto 07, 2014

Así vi desde una ventana el mundo


            Por detrás del maizal,
            los muros blancos de la casa próxima
            y su techumbre de pizarra.
            Los pastos, el pinar,
            el ganado casi quieto
            que inclina su cerviz
            sobre la tierra con hambre inconsolable.
            En la higuera,
            el fruto temprano que expande
            su olor de almíbar.
            La tarde prende la escasa yesca
            que no echó a perder la lluvia.
            Y a medida que se enfría
            la luz final del cielo,
            bulle en el aire
            un cónclave de pájaros
            que me silencian de alegría el alma.
            Así vi desde una ventana el mundo.